viernes, 13 de mayo de 2016

¿"La vida es sueño"?



¿"La vida es sueño"?


...estamos en un mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña,que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar.
La vida es sueño - Calderón de la Barca
 Entonces, ¿la vida es sueño?... No me creo en la facultad de responder las dudas planteadas por Calderón de la Barca hace casi 4 siglos, pero si de algo estoy segura es que los sueños son reales para aquel que los experimenta, muchas veces más de lo que nos gustaría que lo fuesen. Escribo esta entrada porque hace unos días tuve un sueño en el que si bien los eventos no tuvieron gran congruencia, lo que sentí fue real... completamente perceptible.

En principio,  ningún sueño tendría por qué ser una experiencia coherente, sino una mezcla de los llamados "residuos diurnos" aunado a algunos escapes de nuestro inconsciente, al menos así lo definiría Freud. La cuestión es que, independientemente de la definición que se le adjudique al sueño, nuestro cerebro nos transporta a otro tiempo y espacio que solo existen allí, en ese mundo creado por y para nosotros, pero que se transforma en nuestra realidad momentánea. Por ejemplo, si sentís hambre mientras soñás, efectivamente será una experiencia idéntica a la que experimentarías si estuvieses despierto, la sensación es la misma. O tal vez no para todos, o no en todos los sueños; sin embargo, hablando de mi propia experiencia, así ha sido siempre.

Por un lado, en los sueños que son exageradamente felices, me atrevería a asegurar que mi cuerpo produce gran cantidad de endorfinas, y por otro, en las pesadillas, la adrenalina me sube al tope mientras escapo de algún psicópata... o cuando vivo la muerte de un ser cercano o muy querido.

Aquí es donde cuento al menos una parte de mi sueño o al menos el evento que es fundamental: soñé que la persona con la que he crecido, mi sobrino, con quien mantengo una relación de hermanos, moría por un descuido mío. Si bien no vi su muerte, definitivamente sentí su pérdida.

Uno de los mayores temores del ser humano es la muerte. En el caso de la partida de un ser querido no es miedo precisamente a su muerte, sino al proceso por el que hay que pasar  después, el "dejarlos ir" es algo que indudablemente puede alterar la psique de cualquiera, incluso en un sueño.

Por eso, cuando soñé, es decir, viví su partida, mis mundos -el real y el onírico- se alteraron por completo. En la escena que precedió su muerte, lo buscaba en los rincones de la casa en que estaba acostumbrada a verlo y al llegar a su cuarto, mi hermana me dijo que saliera, que no tocara nada de él, que todo era mi culpa.

Creo que eso es lo que más impacto me causó. La culpa, que también fue real, me apretaba el pecho y cuando desperté, inmediatamente después, por un par de segundos fui incapaz de respirar... Luego solo salieron sollozos y gritos ahogados mientras corría desesperadamente para tocar lo que en el sueño había perdido. Ahora se me ocurre que cuando perdemos alguien, una parte de nosotros siempre siente culpa, por lo que hicimos o no hicimos, por lo que dijimos o no... no hubiera sido necesaria la recriminación de mi hermana para que me sintiera igualmente culpable, pero esto lo hizo más palpable.

En fin, más que llegar a una conclusión solo quería escribir como ejercicio catártico, además de recomendar "La vida es sueño" de Calderón de la Barca si no lo han leído. Tampoco me interesaba hablar de si nuestra vida es un sueño (de alguien) o no, de todas formas no me creo capaz de dar siquiera una definición de vida más allá de "existencia". Solo quería resaltar que en esa existencia aparecen estos mundos oníricos que son tan tangibles, para mí, como las teclas que toco para escribir este punto.

jueves, 19 de febrero de 2015




Y me fui al mar, 
a limpiarme de ti
a entregarle la marca de tus manos en mi piel
a borrar mil y un besos
y te fuiste

el agua salina, después de hacer arder

mis heridas, me limpió

y quedaste ahí, amor, en el infinito.
Proterva, 2015 
Maroon 5 – Unkiss Me

lunes, 30 de diciembre de 2013

RIMA XLI
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!...
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

-Gustavo Adolfo Bécquer-

martes, 26 de marzo de 2013

Ya ves

nada es serio ni digno de que se tome en cuenta
nos hicimos jugando todo el mal necesario

ya ves, no es una carta esto,

nos dimos esa miel de la noche, los bares,
el placer boca abajo, los cigarrillos turbios
cuando en el cielo raso tiembla la luz del alba

ya ves,
y yo sigo pensando en ti,

no te escribo, de pronto miro el cielo, esa nube que pasa
y tú quizás allá en tu malecón mirarás una nube
y eso es mi carta, algo que corre indescifrable y lluvia.

Nos hicimos jugando todo el mal necesario,
el tiempo pone el resto, los oseznos
duermen junto a una ardilla deshojada.


Julio Cortázar

jueves, 28 de febrero de 2013


Una mujer desnuda y en lo oscuro 
tiene una claridad que nos alumbra 
de modo que si ocurre un desconsuelo 
un apagón o una noche sin luna 
es conveniente y hasta imprescindible 
tener a mano una mujer desnuda. 

Una mujer desnuda y en lo oscuro 
genera un resplandor que da confianza 
entonces dominguea el almanaque 
vibran en su rincón las telarañas 
y los ojos felices y felinos 
miran y de mirar nunca se cansan. 

Una mujer desnuda y en lo oscuro 
es una vocación para las manos 
para los labios es casi un destino 
y para el corazón un despilfarro 
una mujer desnuda es un enigma 
y siempre es una fiesta descifrarlo. 

Una mujer desnuda y en lo oscuro 
genera una luz propia y nos enciende 
el cielo raso se convierte en cielo 
y es una gloria no ser inocente 
una mujer querida o vislumbrada 
desbarata por una vez la muerte



-Mario Benedetti-

jueves, 14 de febrero de 2013


14 de febrero del 2013


Ayer, antes de irme a dormir había decidido dejarme llevar por la masa y poner un estado en “feisbuk” que les deseara a todos mis amigos virtuales un feliz día del amor y la amistad. Lo haré, pero de manera diferente. 
Ayer, fue la primera vez que soñé con mi papá en los casi quince años que tiene de habernos dejado. Evidentemente, para mí, el simple hecho de verlo, aunque sea en un sueño, fue increíble; a pesar de que no me dijo mucho creo que fueron las palabras más acertadas que alguien me ha dicho en mucho tiempo. Me dijo: “Si lo que buscas es amor, mira al cielo”… en ese momento volví mi vista a la luz cegadora del sol y de repente, él ya no estaba más. 
Cada quién lo tomará como quiera, como una metáfora del cielo como presencia divina, como el recordatorio de su amor o de que nunca estoy sola. Independientemente de sus creencias a mí me recordó, primero, que el amor y la amistad deben celebrarse todos los días porque no sabés cuando las personas ya no van a estar aquí; segundo, -y creo que es lo más importante- me recordó que el amor está en todas partes, que amamos todos los días y que lo encontramos hasta en las cosas más simples de la vida y por último, me enseñó, desde donde quiera que esté, que la fuerza del amor no tiene límites y que nunca debemos dejar de creer en él, si creés, vas a estar bien. 

Te amo pa. 



Feliz día a todos.